Tuve la fantástica oportunidad (y lo digo con mucho sarcasmo), de haber visto Dragonball: Evolution casi una semana antes de su estreno mundial; cabe resaltar que para semejante hazaña, me levanté temprano en domingo y no un domingo cualquiera, si no en el que por complots del gobierno, pierdo una hora de sueño, que recuperaré solamente en unos 7 meses.

Total que fui por mi amigo (que se había quedado dormido) y mi novia (que ni tiempo de desayunar tuvo) y así comenzamos el día. Por fortuna pudimos verla en una sala vip, pero a su vez, el destino no nos sonrió y nos la tuvimos que fletar doblada al español.

Poniendo aparte todas estas circunstancias, seré imparcial al juzgar este filme: es una cochinada. Sí... así de simple... tiene pésimas actuaciones, dirección mala y una aún peor trama. Sencillamente no hay ni como ayudarla. La música es simplista, los efectos son bastante malos y la historia no es más trillada porque ya no era posible.

Nunca fui fans de la caricatura original, pero sí la llegué a ver y de lo que recuerdo, no hay mucho en común con la película; pero no olvidemos que mi memoria no es buena. Como sea, por más que lo busqué, no encontré algo que valiera la pena; tal vez sea el hecho de que hace 21 años que deje de tener 4 años y las películas, de repente, se volvieron algo más.

Por lo que más quieran, aléjense de Dragonball: Evolution, que por si no estaban enterados, se llama así para desligarla de la serie original. 0/5, sí, así de tanto la odié.

Pero me considero un hombre realista... será un hitazo en taquilla, eso que ni qué. Sí, el chisme que rondaba sobre si la cinta original (esa que pasan en Golden Choice) es una mejor adaptación, es verdad. Y miren que esa, es una porquería también... para muestra falta un póster:
Pobre Emmy Rossum, creo que ahora deseará que su carrera se hubiera quedado tirada en aquel parque de Mistic River.